Los dispositivos tecnológicos se encuentra cada vez más cerca de las personas, además el uso de computadores y dispositivos móviles se hace tan común que para los actuales usuarios la interacción con lo digital es casi algo nato.
Por eso, las interfaces de usuario deben ser intuitivas e interactivas, pues permitirle al usuario la sensación de contacto le despierta un mayor interés y atención por las plataformas.
Estadísticamente, se sabe que el 40% de las personas abandonan una plataforma si tarda más de 3 segundos en cargarse, puesto que no tiene nada con que interactuar. Por ello han surgido las microinteracciones, quieres saber más, pues continúa leyendo y descubre cómo permitirles a los usuarios saber que el sistema está funcionando, despertar su interés y evitar el rebote de tráfico.
¿Qué son?
Las microinteracciones son pequeñas animaciones, respuestas y efectos visuales que ocurren en una interfaz de usuario (UI) para comunicar una acción o estado específico al usuario. Estas interacciones están diseñadas para ser sutiles, pero efectivas en la mejora de la experiencia del usuario y en la retroalimentación visual y táctil que reciben cuando interactúan con una aplicación o un sitio web. Las microinteracciones son una parte esencial del diseño de interfaz de usuario (UI) moderno.
Características
Las microinteracciones deben contar con cualidades esenciales para garantizar que el usuario las comprenda de manera efectiva y las maneje con facilidad.
Cuando aplicamos estas características adecuadamente, los usuarios interactúan y desarrolla mayor preferencia por un sitio de comercio electrónico. Estas características son:
Previsibilidad
Deben ofrecer al usuario una respuesta que se ajuste a sus expectativas. Por ejemplo, cuando se trata de íconos, el usuario ya está familiarizado con aquellos que desencadenan acciones específicas, como el ícono del carrito de compra, que el usuario asocia con la visualización del total y los detalles de su pedido.
Coherencia
Debe ser coherente con el diseño general y las interacciones que se establecen con otros elementos de la página. Es decir, que aunque cada microinteracción debe ser cuidadosamente diseñada en lo individual, también debe integrarse de manera armoniosa en el conjunto de la interfaz web.
Humanidad
El usuario espera una respuesta apropiada a sus acciones, no una respuesta incorrecta. Esto se manifiesta en las interacciones cotidianas con la tecnología, como desbloquear nuestros teléfonos o eliminar aplicaciones de nuestros dispositivos.
Estrategia
Para que la microinteracción tenga éxito hay que realizar una investigación sobre las expectativas de los visitantes en nuestro sitio web y diseñar nuestras microinteracciones para satisfacerlas de forma eficiente.
Simplicidad
Las microinteracciones deben mantenerse fieles al concepto de “micro” evitando la complicación de las interacciones (más acciones o pasos se alejarían de la idea de “micro”) y la sobrecarga visual.
Evolución
Las microinteracciones en nuestro sitio web no deben considerarse estáticas, sino adaptables a las necesidades del usuario y los objetivos establecidos. Esto implica medir los resultados obtenidos y ajustarlas según sea necesario para lograr una evolución constante.
¿Cómo Implementar Microinteracciones en Interfaz de Usuario?
Como hemos observado, las microinteracciones son animaciones que se desencadenan como resultado de las acciones ejecutadas por el usuario. A continuación, enumeramos algunas situaciones en las que podemos aprovecharlas mejor:
- Creación o eliminación de elementos de la interfaz.
- Cambio del estado de un elemento.
- Navegación por nuestra aplicación o plataforma.
- Ejecución de una acción del usuario que modifica un elemento.
Sin embargo, es fundamental integrar nuestras microinteracciones con precaución, ya que un diseño deficiente podría tener un efecto contrario al deseado en el usuario. Por lo tanto, es esencial que:
- Mantengamos nuestras microinteracciones breves.
- Basemos nuestras respuestas en movimientos físicos.
- Aseguremos que nuestras interacciones se sientan naturales.
- Evitemos que nuestras interacciones confundan o abrumen al usuario.
- No obstaculicemos el flujo de la aplicación ni la paralicemos.
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Tipos de microacciones
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de microinteracciones que se pueden encontrar en interfaces de usuario. La elección y el diseño de las microinteracciones dependen del contexto y los objetivos de la aplicación o sitio web específico.
Ayudan al usuario a navegar por la interfaz de manera eficiente, como un menú desplegable que se expande o contrae cuando se interactúa con él.
Proporcionan una representación visual de que se está cargando contenido o procesando una acción, como un icono de carga giratorio.
Cambian elementos a medida que el usuario se desplaza por una página o una lista, como el encabezado que se vuelve más pequeño o un botón que se muestra o se oculta.
Permiten al usuario arrastrar elementos y soltarlos en áreas específicas, como organizar ítems en una lista.
Responden a gestos táctiles, como pellizcar para hacer zoom en una imagen o deslizar para avanzar en un carrusel de imágenes.
Cambian el estado de un elemento automáticamente en función de ciertas condiciones o acciones del usuario, como cambiar la disponibilidad en línea fuera de línea en una aplicación de chat.
Permiten al usuario seleccionar opciones o elementos, como cambiar una opción en un menú desplegable.
Estas microinteracciones proporcionan retroalimentación inmediata al usuario después de una acción. Por ejemplo, cuando se pulsa un botón y este cambia de color o se anima para indicar que se ha realizado la acción.
Muestran el estado actual de un elemento o proceso. Por ejemplo, una barra de progreso que se llena gradualmente mientras se carga una página.
Se utilizan para confirmar una acción realizada por el usuario. Por ejemplo, después de enviar un formulario, puede aparecer un mensaje de confirmación.
Informan al usuario sobre eventos importantes o mensajes nuevos, como notificaciones de mensajes de chat o correos electrónicos.
Estas microinteracciones animan al usuario a tomar una acción. Por ejemplo, cuando un botón de “Suscribirse” se sacude ligeramente para llamar la atención.
Se utilizan para controlar elementos específicos de la interfaz, como ajustar el volumen o el brillo deslizando un control deslizante.
Indican si los datos ingresados por el usuario son válidos o no, como mostrar una marca de verificación verde o una X roja junto a un campo de formulario.
Beneficios de integrar microinteracciones
Las microinteracciones ofrecen varios beneficios en el diseño de interfaz de usuario y la experiencia del usuario. A continuación, se detallan algunos de los beneficios más importantes:
Las microinteracciones proporcionan retroalimentación inmediata al usuario, lo que ayuda a comprender mejor el estado de la interfaz y cómo interactuar con ella. Esto mejora la usabilidad y reduce la posibilidad de errores del usuario.
Estadísticamente, 7 de cada 10 usuarios, recuerdan las plataformas por interacciones menores. Las animaciones y respuestas visuales hacen que la experiencia del usuario sea más atractiva y agradable. Los usuarios se sienten más comprometidos y conectados con la aplicación o el sitio web.
Las microinteracciones pueden comunicar información importante de manera rápida y eficiente, como notificaciones, confirmaciones o mensajes de error, sin requerir grandes cantidades de texto.
Las microinteracciones permiten una personalización sutil de la experiencia del usuario, lo que puede hacer que la aplicación se sienta más adaptada a las preferencias individuales.
La atención cuidadosa a las microinteracciones puede hacer que una aplicación o sitio web se destaque de la competencia al ofrecer una experiencia única y agradable.
Los usuarios aprecian la retroalimentación inmediata de sus acciones, lo que les brinda una sensación de control y satisfacción.
Ayuda a los usuarios a comprender mejor el flujo de la aplicación y cómo interactuar con ella, especialmente en aplicaciones complejas o nuevas.
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